UN SÍMBOLO DE LA BOCA

El transbordador Nicolás Avellaneda, camino a ser Patrimonio de la Humanidad

El enorme coloso de acero de 53 metros de altura es el único de América y uno de los ocho que quedan en el mundo. Inaugurado en 1914 -cuando todavía no había comenzado la Primera Guerra Mundial-, estuvo a punto de ser desguazado en los años noventa. Hace un año volvió a funcionar uniendo ambas orillas del Riachuelo.

El transbordador Nicolás Avellaneda es el símbolo de la llegada de la revolución industrial en el país, y por eso está ubicado entre ambas márgenes del Riachuelo, donde prosperaron las fábricas y los depósitos que permitían trasladar los productos argentinos a todo el mundo. Es un un coloso de metal con torres de 53 metros de altura, que recorre una barquilla para transportar gente desde el continente a la isla Maciel Estaba parado desde 1960 y volvió a la actividad en octubre de 2019, en medio de una campaña para que la UNESCO lo declare patrimonio de la Humanidad.


El proyecto adquirió nuevos bríos en los primeros días de enero, cuando quedó conformada la Asociación Mundial de Transbordadores que reúne a los puentes de este tipo que aún sobreviven en el mundo: que son apenas ocho, aunque los ingleses están aún en vías de sumarse. "La idea es tener personería jurídica para realizar una presentación conjunta. Ya trabajamos en eso con España. Alemania y Francia y el Reino Unido que todavía no integra la entidad pero está interesado en el tema", adelanta Gabriel Lorenzo, secretario ejecutivo de la Fundación por La Boca.

Lorenzo cuenta que en esta etapa los países donde están esos puentes deben ponerse de acuerdo para ver quién encabezará la presentación. Corren con la ventaja de que el puente localizado en España, más precisamene en Vizcaya ya fue declarado patrimonio de la Humanidad por la Unesco y sólo tienen que pedir que esa calificación se extienda a los demás que siguen en pie: el de Rochefort (Francia), los de Osten y Rendsburg (Alemania) y los de Newport, Warrington y Middlesbrough (Reino Unido).

Recuerdan en la Fundación por La Boca que el puente transbordador Nicolás Avellaneda es el único en su tipo en todo el continente americano. De hecho, los otros siete que existen en el mundo están en Europa. Por eso ellos realizaron un manual de interpretación sobre cómo era el puente que fue fundamental en la restauración y puesta en marcha que demoró varios años y terminó en octubre de 2019. "Hubo un momento de shock cuando el puente recuperó el color gris nube original. A mucha gente no le gustó, pero Lito, uno de los integrantes de la fundación que tiene 90 años recordó que cuando él era chico el transbordador tenía ese color", agrega Lorenzo.

Fuente: Télam

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