Duro presente para el mercado inmobiliario

En el último año, el ataque a la propiedad privada fue sostenido. Y la inseguridad jurídica arbitraria -como el caso del bloqueo del parque industrial por sectores sindicales.

Eso asusta a los propietarios que apuran el paso para vender e invertir en plazas más seguras o directamente mudar sus negocios a otro país como Uruguay y Brasil donde hasta podrán cobrar sus alquileres en moneda dura.

Además, tenemos una ley de alquileres que es mala, una justicia muy cuestionada, un escenario distorsionado por las elecciones, con tarifas congeladas, tipo de cambio atrasado e inseguridad económica, política y jurídica

Los propietarios apuran el paso para vender e invertir en plazas más seguras o directamente mudar sus negocios a otro país como Uruguay y Brasil donde hasta podrán cobrar sus alquileres en moneda dura.

Respecto de la no renovación del DNU que congelaba alquileres y frenaba desalojos hay que decir que el principal interesado en resolver la deuda y ajuste es el inquilino que es el que necesita previsibilidad y sabe que si no lo resuelve satisfactoriamente para el propietario quedará afuera al momento de la renovación en un mercado en el que prácticamente no hay oferta.

Y del lado del propietario, hay que resaltar que estamos muy lejos de aquella época en la cual un trabajador aspiraba a vivir de rentas una vez que se jubilara porque la rentabilidad hoy es irrisoria.

El que invierte en propiedades verdaderamente lo hace por seguridad pero sabe que no constituye un buen negocio. La disposición espanta cada vez más a inversores que buscan negocios mas redituables. La rentabilidad parece seguir en caída libre.

Lamentablemente, este es el duro panorama del mercado inmobiliario: los propietarios estudian nuevas inversiones que logren mayor rentabilidad que alquilar sus inmuebles.

*Por Horacio Ludigliani, arquitecto y desarrollador