Propietarios versus inquilinos
Un enfrentamiento que en realidad no existe. Ambos son perjudicados por el mismo modelo económico.
En primer lugar, debo decir que el título es una trampa pues este enfrentamiento como tal no existe. No hay dos bandos porque ambos son perjudicados por el mismo modelo económico. Muchos de los propietarios son jubilados previsores que compraron una unidad para obtener una renta que empuje a fin de mes.
Inquilino y propietario sufren los mismos problemas de inflación, falta de empleo, baja del salario real y distorsión de precios generada por el cepo cambiario, por eso vamos a describir posibles soluciones con el objetivo de intentar calmar las aguas y ver como podemos ayudar.
Los legisladores tienen las herramientas para aportar soluciones reales como a largo plazo, alentar a los privados con bajas en impuestos y cargas sociales para generar un plan de construcción de viviendas con el fin de ser alquiladas por 10 años. A corto plazo, proponiendo una quita en impuestos para los propietarios que alquilen una vivienda.
Eso mejoraría en algo el problema, pero aun así, los inquilinos no cuentan con los recursos necesarios para pagar los precios que hoy se piden y el problema es mas profundo todavía.
Sin embargo, podemos copiarnos de Europa y aplicar algo que allí funciona: la sublocación o sea subalquilar la vivienda. Esto está vedado en la mayoría de los contratos de locación en nuestro país pero por uso y costumbre ya que no hay ninguna ley que lo prohíba explícitamente.
Sería una buena salida, sobre todo para las propiedades de tres o mas cuartos que hoy son muy difíciles de alquilar. Permitiría que un inquilino subalquile las habitaciones y gracias a ello poder pagar un alquiler mayor. También pueden ser dos las familias que alquilen un departamento, eso mejora la capacidad de pago de los inquilinos y aumenta las garantías para el propietario.
Es común en otros países que algunos propietarios que viven en grandes casas o departamentos alquilen una parte a otras personas y así los metros que no usan puedan perfectamente generarse un nuevo ingreso.
Otro punto que ambas partes no conocen es que se puede llegar a un arreglo extrajudicial sólo con conseguir una persona de buena fe que actúe mediando sobre el problema de la desocupación y la falta de pago. Esa persona debe saber manejarse con acuerdos aunque no sea necesariamente abogado de profesión.
Retomando el tema de la falsa grieta entre propietarios e inquilinos debo decir que, lamentablemente, seguimos "en el mismo lodo todos manoseados", como dice el tango. Y que no cunda el pánico ante la falta de respuestas de los decisores políticos ya que los únicos actores sociales que podrán encontrar una salida a todo esto es la gente común, el laburante que siempre le puso hombro a las crisis "argentas". Personalmente, estoy convencido de que la buena gente de buena fe es mayoría. Sólo tenemos que procurar que se haga notar mucho más.
*Por Arq. Óscar Puebla, broker inmobiliario