Denuncian que grupos de la derecha cristiana norteamericana financian campañas de desinformación
La investigación reveló que 28 organizaciones estadounidenses gastaron al menos 280 millones de dólares en todo el mundo desde 2007 para impulsar teorías conspirativas en Latinoamérica.
Una veintena de organizaciones cristianas derechistas de Estados Unidos, algunas vinculadas a aliados del presidente Donald Trump, gastaron millones de dólares en Latinoamérica para impulsar agendas antiderechos, incluyendo desinformación sobre la pandemia, reveló este jueves el medio online Open Democracy (Democracia Abierta), a menos de una semana de las elecciones presidenciales de ese país.
"Los grupos promueven una visión estricta de la 'familia tradicional', contraria al aborto y a la igualdad LGBTIQ. Latinoamérica ya tiene una de las mayores tasas mundiales de embarazo adolescente y de asesinatos de personas LGBTIQ; muchos defensores de derechos humanos dicen que estas organizaciones están empeorando la situación", denunció el medio en un comunicado difundido por el grupo periodístico con sede en Londres.
La investigación reveló que 28 organizaciones estadounidenses gastaron al menos 280 millones de dólares en todo el mundo desde 2007 para impulsar esta agenda.
Sin embargo, el medio advirtió que el dinero destinado a las campañas antiderecho y de desinformación podría ser aún mayor, ya que las iglesias o filiales no están obligados a declarar lo que gastan.
En el caso de Latinoamérica, la investigación realizada sobre miles de páginas de declaraciones financieras en Estados Unidos, mostró que 20 organizaciones cristianas de la derecha de ese país gastaron en la región al menos 44 millones de dólares desde 2007.
Las principales líneas de acción de estos grupos tienen que ver con la difusión de teorías conspirativas y sin respaldo científico, como por ejemplo la idea de que el coronavirus fue fabricado en un laboratorio chino, o con la difamación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que vinculan con la promoción del aborto y, por lo tanto, exigen su desfinanciación.
Paralelamente, también propagan el mensaje de que la homosexualidad es una enfermedad y la identidad trans, un síndrome.
Además, se esconden detrás de consejos engañosos. Por ejemplo, la World Youth Alliance (WYA) promueve una aplicación de fertilidad llamada FEMM, que busca disuadir a las mujeres para que no usen métodos anticonceptivos, alegando que son peligrosos.
También figura Focus on the Family, la segunda mayor fuente de dinero hacia Latinoamérica (6.2 millones de dólares entre 2008 y 2018), que ofrece programas online, podcasts y consejería en español con el mensaje de que la homosexualidad "no es normal" y la identidad trans "es un síndrome que se debe tratar".
Otro grupo es Human Life International, que gastó 2.3 millones de dólares en la región desde 2007 y sostiene que la OMS "está usando la Covid-19 para propagar el aborto".
Además, junto a Heartbeat International, otra organización antiabortista, respalda una red de "centros de embarazos en crisis", que, según Open Democracy, está acusada de confundir y manipular a mujeres de la región.
En paralelo, uno de los grupos más activos es Population Research Institute (PRI), liderado por Steven Mosher, quien también integra un grupo de lobby anti-China que ayudó a fundar con Steve Bannon, exasesor de Trump y referente de la extrema derecha en Estados Unidos.
Para Mary Fitzgerald, editora de Open Democracy, "estos hallazgos muestran cómo grupos conectados a Trump han construido a un imperio global aterrador, desplegando en todo el mundo tácticas cada vez más sofisticadas para limitar nuestras vidas e imponer agendas que son esencialmente incompatibles con los derechos humanos y la democracia", y llamó a realizar "acciones urgentes para frenar esta amenaza inminente".
Fuente: Télam