EEUU bombardeó inmediaciones del Aeropuerto para detener nuevos ataques suicidas
A dos días de la retirada de las tropas y con el fin de eliminar a kamikazes talibanes, en el bombardeo hubo 9 civiles muertos, entre ellos 6 menores
El bombardeo
A dos días del vencimiento de la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, Kabul se transformó en el campo de batalla de la guerra estadounidense contra ISIS-K, que amenaza las operaciones de evacuación de las fuerzas occidentales.
Un rugido sacudió hoy a la población en la capital por un ataque estadounidense con un dron que impactó contra un automóvil "con varios terroristas suicidas" listo a golpear de nuevo el aeropuerto de la ciudad, el corazón de la tragedia de los afganos que huyen de los talibanes.
Según testimonios a una cadena televisiva, nueve miembros de una familia murieron en la redada, incluidos seis niños, dos de los cuales tenían solo dos años.
Lo informó el hermano de una de las víctimas a un periodista local que trabaja con CNN.
El hombre indicó que fueron asesinados en el ataque su hermano Zamaray (40 años) junto con Naseer (30 años), Zameer (20 años), Faisal (10 años), Farzad (9 años), Armin (4 años), Benyamin (3 años), Ayat y Sumaya (de 2 años).
Inicialmente, la redada estadounidense fue señalado como un posible evento separado respecto de un cohete que golpeó un edificio al noroeste del aeropuerto de Kabul. Los dos incidentes resultaron ser el mismo incidente, según la prensa internacional.
"Las fuerzas estadounidenses condujeron una redada de autodefensa contra un vehículo en Kabul, eliminando una amenaza inminente de ISIS-K en el aeropuerto", explicó el Pentágono, destacando que creía "que el objetivo ha sido alcanzado".
La Defensa de Estados Unidos habló de "importantes explosiones secundarias del vehículo" como evidencia de la presencia "de una cantidad significativa de material explosivo", agregando sin embargo que no hubo indicios de víctimas civiles.
El humo negro que se elevó en el cielo de la capital afgana recordó que nadie está a salvo en la ciudad. El sábado por la noche, el presidente estadounidense, Joe Biden, habló de "un ataque muy probable en las próximas 24-36 horas". Mientras que la embajada de Estados Unidos en Kabul alertó a sus ciudadanos sobre una "amenaza específica y creíble cerca del aeropuerto".
"Existe el riesgo de más ataques para el 31 de agosto", advirtió también el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, señalando que este "es el momento más peligroso", ya que las evacuaciones occidentales llegan a su fin.
"Aún quedan 300 estadounidenses" por sacar de Kabul, agregó Blinken, mientras que el sábado despegó el último vuelo del Reino Unido, cerrando la misión británica en Afganistán después de 20 años.
Una vez concluidas las salidas de las fuerzas estadounidenses, los talibanes tomarán "el control total" del aeropuerto de Kabul, anunció en tanto una fuente oficial de los militantes. Pero si Occidente se va, Turquía se quedará y reabrirá su embajada en Kabul.
Turquía se queda en Kabul
Ankara -que probablemente se encargará en parte de la operación del aeropuerto de Kabul con técnicos civiles- pretende mantener una misión diplomática en Afganistán, a diferencia de otros países, que antes de restablecer las relaciones diplomáticas piden pruebas tangibles a los talibanes en cuanto al cumplimiento de los derechos humanos y la prohibición del terrorismo.
En tanto el alto representante de la UE, Italia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, España, Alemania y otros países han emitido una nota conjunta en la que declaran que han "recibido garantías de los talibanes de que todos los ciudadanos extranjeros y afganos con autorización de viaje desde nuestros países podrán viajar fuera del país".
Pero con el pasar de las horas, y a pesar de las promesas, el Emirato Islámico parece mostrar su verdadero rostro, hecho por estudiantes y alumnos separados en la universidad y de voces femeninas vetadas en las radios y televisiones de Kandahar, entre las últimas noticias anunciadas por los islamistas.
La crisis económica
Comienza entonces a aterrorizar a la población: cientos de personas se agolparon fuera de los bancos de Kabul con la esperanza de retirar algo de dinero de sus cuentas inaccesibles. En respuesta, fueron golpeadas por los talibanes, que arrojaron piedras para dispersar a la multitud.
En tanto los nuevos amos del país decidieron esclarecer la suerte de su líder supremo, Hibatullah Akhundzada: tras las especulaciones de las últimas semanas, un portavoz de los militantes anunció que se encuentra en Kandahar, y que pronto aparecerá en público.
La resistencia
Continúa el punto muerto en Panshir, el centro de la resistencia contra los talibanes, donde casi todas las redes de Internet y telecomunicaciones han sido cortadas por los talibanes. Para el embajador ruso en Kabul, Dmitry Zhirnov, los militantes podrían conquistar el territorio pronto, pero la idea sigue siendo la de una solución pacífica, para lo que continúan las negociaciones entre las fuerzas rebeldes de Ahmed Massoud y los islamistas.
Fuente, (ANSA)