La medida, que abarca el sistema Ter-Llobregat y el embalse Darius Boadella, afecta a unos 6,6 millones de habitantes, y si bien no están programados cortes de agua, la industria tendrá una reducción del 5 por ciento.
Un informe publicado por expertos advierte que alrededor del 2030, se puede alcanzar el umbral de +1,5 ºC, lo que supone consecuencias irreversibles como la subida del nivel del mar, olas de calor, inundaciones y otros eventos extremos que aumentarán de forma escalonada.