Ocurrió en Maui y el gobernador Josh Green, afirmó que el siniestro que redujo gran parte de Lahaina a ruinas humeantes fue el peor desastre natural en su historia.
De acuerdo a la estatal Corporación Nacional Forestal (Conaf) en la región de Ñuble, el fuego ya había afectado unas 550 hectáreas en la zona de Chillán Viejo y otras 200 hectáreas en otra localidad cercana de la capital regional.
Los hechos investigados abarcan las cinco circunscripciones judiciales de la provincia. Se sospecha que la mitad de los incendios no fueron causados en forma natural o casual.
Así lo indicó el intendente de la localidad rionegrina al referirse a la situación. En cuatro días el fuego arrasó con más de 10 mil hectáreas de bosque nativo, con lengas de trescientos años de antigüedad y cipreses de más de cien.
Las llamas se habrían originado por las brasas de un asado mal apagado. Hay preocupación porque el fuego se acerca a una zona de viviendas donde también funciona una planta de gas.
Pese a que el Gobierno de Jair Bolsonaro prohibió en julio las quemas para preparar la tierra, eliminar las plagas y cultivar maíz o soja o plantar pasto para el ganado, una buena parte de los incendios son consecuencia de esta práctica.
Los bomberos lograron extinguir las llamas en la localidad Villa De La Quebrada del departamento Belgrano, de San Luis, en Costa de Reyes, Catamarca, y en la ciudad misionera de Apóstoles.
Luego de tres días ininterrumpidos de fuegos de gran magnitud en el valle de Punilla, el agua que comenzó a caer en la noche del lunes logró apagar todos los focos activos que, según las estimaciones preliminares, arrasaron con más de 300.000 hectáreas.
El director de Defensa Civil, Diego Concha, precisó que "se trabajó toda la noche sobre un sector bastante complicado, de difícil acceso y muy combustible" en el valle de Punilla.
Los rayos de sol desde este mediodía secaron rápidamente la superficie y el fuego volvió a arrasar una zona de pastizales muy altos en Capilla del Monte.
Si bien no se registraron grandes precipitaciones, el agua que cayó fue la suficiente para controlar las llamas en Capilla del Monte, donde se habían originado los últimos focos por caídas de rayos.