Desde el organismo advirtieron que es "una medida fundamental de advertencia", y aseguraron, entre otras cosas, que "no es una ley para ricos", debido a que las clases socioeconómicas más bajas registran un 31% más de riesgo de padecer obesidad.
Dos tercios de esos chicos habitan en el África subsahariana, en hogares que luchan por sobrevivir con un promedio de 1,90 dólares al día o menos por persona, mientras que el sur de Asia aloja a casi una quinta parte de ellos.