Isla Martín García: cómo llegar en barco desde Buenos Aires
Un rincón histórico y natural en el Río de la Plata, ideal para una escapada de fin de semana.
Con solo 1,84 km² y 106 habitantes, la Isla Martín García se recorre fácilmente a pie. Sus senderos conectan playas, ruinas coloniales, casonas históricas, antiguas prisiones y hasta un aeródromo activo, ofreciendo una experiencia completa para visitantes de todas las edades.
La isla es propiedad del Estado argentino y está administrada por la provincia de Buenos Aires. Sus habitantes residen allí mientras cumplen tareas vinculadas al mantenimiento, administración o servicios esenciales, sin pagar impuestos, lo que mantiene viva la vida local en armonía con la preservación del lugar.
Además de su riqueza histórica, Martín García destaca por su flora y fauna únicas del Delta del Paraná, ideales para caminatas, observación de aves y fotografías panorámicas. Cada recorrido combina historia, naturaleza y cultura, convirtiéndola en un destino perfecto para quienes buscan un plan de fin de semana distinto y completo.
Historia y geografía
La Isla Martín García se formó por un desprendimiento del Macizo Precámbrico de Brasilia y está ubicada en la confluencia de los ríos Uruguay y Paraná con el Río de la Plata. Aunque está a solo 3,5 km de Uruguay, pertenece a Argentina gracias al Tratado del Río de la Plata de 1973. La cercanía con la Isla Timoteo Domínguez de soberanía uruguaya crea hoy la única frontera terrestre entre ambos países.
Históricamente, fue escenario clave en la Guerra de Independencia. En 1814, Guillermo Brown desembarcó en sus costas y expulsó a las fuerzas realistas, asegurando un punto fluvial estratégico para las Provincias Unidas del Río de la Plata. Más tarde, funcionó como presidio de máxima seguridad, donde estuvieron detenidos presos políticos y expresidentes como Juan Domingo Perón e Hipólito Yrigoyen.
Durante su apogeo, la isla albergó hasta seis mil personas, incluyendo residentes, militares y presos. También funcionó un lazareto con crematorio para inmigrantes enfermos, dirigido por figuras médicas como Salvador Mazza y Luis Agote, que hicieron avances importantes en la transfusión de sangre y el control de epidemias.
Cómo llegar desde Tigre y Puerto Madero
La isla se encuentra a unos 40 km en línea recta desde Tigre, pero el trayecto por río alcanza aproximadamente 50 km. El viaje en catamarán demora 2h 10m por tramo y puede incluir:
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Traslado ida y vuelta
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Visita guiada de 2 horas
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Almuerzo con parrillada y postre
Las salidas se realizan los fines de semana, presentándose a las 8:30 y partiendo a las 9:00. Desde Puerto Madero también existen excursiones, con cronogramas disponibles en la web de Civitatis. Durante el trayecto, se navega por: Río Tigre, Río Luján, Canal de Vinculación, Arroyo Borraso, Río Paraná de las Palmas, Isla Oyarbide, Canal del Infierno y finalmente la Isla Martín García.
El catamarán permite disfrutar del paisaje del Delta y del Río de la Plata, mientras se recibe información histórica sobre la isla antes de llegar al punto de embarque para iniciar la visita guiada.
Qué hacer en la isla
Recorrer la isla a pie es la mejor forma de conocer su riqueza natural y patrimonial. La visita guiada comienza con una charla histórica de 10 minutos y un recorrido por senderos que atraviesan playas y zonas arboladas. Se llega a una laguna cercana a lo que fue una cantera, de donde se extrajo piedra para adoquines que pavimentaron calles de Buenos Aires.
El pequeño casco urbano ofrece construcciones históricas y servicios en funcionamiento, como:
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Jardín maternal y escuela primaria/secundaria
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Unidad sanitaria y destacamento de prefectura
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Panadería histórica y restaurantes
Los turistas también pueden visitar el Cine Teatro General Urquiza, restos del cuartel militar que funcionó como prisión, la plaza principal y la escuela EES N° 7 Cacique Pincén, donde Perón estuvo detenido brevemente en 1945. Miradores y el aeródromo completan la oferta de recorridos.
Gastronomía y almuerzo
La Panadería Rocío, con más de un siglo de historia, ofrece pan dulce, chipá, libritos y facturas. Su pan dulce se volvió famoso incluso entre expresidentes como Carlos Menem, quien lo solía encargar personalmente.
El Comedor Solís, único restaurante abierto, sirve parrilladas con carne vacuna, cerdo y achuras, acompañadas de ensaladas, bebida y postre. También ofrece platos a la carta para quienes llegan por su cuenta.
Los visitantes pueden disfrutar de un almuerzo completo tras la visita guiada, combinando la historia de la isla con su gastronomía tradicional.
Alojamiento en la isla
El Hostal & Camping Escuela de Grumetes es el único lugar para pasar la noche, ofreciendo habitaciones con baño privado, habitaciones sin baño y espacios de camping. Todos cuentan con cocina compartida y acceso a heladeras y utensilios, pero los huéspedes deben llevar sábanas, toallas y elementos personales.
Precios aproximados por persona/noche:
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Camping: $10.000
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Habitación sin baño: $14.000
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Habitación con baño privado: $16.000
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Habitación con baño y heladerita: $17.000
El lugar se integra con la naturaleza, ideal para quienes buscan una experiencia tranquila y auténtica en la isla.
Huellas históricas
La isla conserva numerosos vestigios históricos. Durante su apogeo, funcionó como presidio de expresidentes argentinos:
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Hipólito Yrigoyen (1930-1932)
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Marcelo T. de Alvear (1933)
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Juan Domingo Perón (1945)
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Arturo Frondizi (1962-1963)
También albergó un lazareto con crematorio, dirigido por Salvador Mazza y Luis Agote, pioneros en la transfusión de sangre y control de enfermedades infecciosas. Por su parte, Rubén Darío pasó tiempo en la isla, donde escribió su poema La Marcha Triunfal.
Hoy, las huellas históricas se combinan con la vida cotidiana de sus habitantes, generando un destino que ofrece historia, naturaleza y cultura en un mismo recorrido.