Protesta, una marca de ropa que muestra nuestra modernidad
La marca de Antonio Lazalde y Santiago Goicoechea es un experimento estético y discursivo, y sus colecciones, Crisis e Industria Nacional, nacen de la construcción de una crónica de la realidad. Así, se manifiesta otra forma de concebir la moda, desprovista de apatía y con una cara más humana y honesta. Una reivindicación de la cultura popular latinoamericana, un proyecto colectivo, un canal para voces silenciadas: bienvenidos a la nueva moda
El futuro de la industria de la moda es hoy, más que nunca, incierto. Con la producción detenida en en los mayores polos productores asiáticos y un calendario de desfiles desmantelado, las bases del sistema moda se encuentran bajo escrutinio. El elemento escapista de la fantasía de la moda pierde peso: las marcas deben existir en el ahora, sosteniendo una postura y participando activamente en el espacio público. Lo peor que se puede hacer es no hacer.
Protesta es, además de un experimento estético y discursivo, la exploración de un medio. Sus colecciones nacen de una labor periodística, de la construcción de una crónica de la realidad. En este descubrimiento constante es que se manifiesta otra forma de concebir la moda, desprovista de apatía y de hermeticidad y presentada con una cara más humana y honesta, ni tradicionalmente bella ni perfecta, pero sí familiar.
El sentido, para Antonio Lazalde y Santiago Goicoechea, diseñadores de la marca, se encuentra en lo identitario. Sus colecciones, Crisis e Industria Nacional, nos muestran una faceta moderna de la argentinidad, en donde lo propio y lo ajeno se vinculan a través de los recursos de la estética post-2001. Como un encuentro entre Juanito Laguna y Ramona Montiel, el streetwear y el punk, el folklore de la ciudad moderna se erige como una parte inseparable del ser argentino.
Cada elemento de la propuesta está cargado de sentido, porque cada elemento tiene el potencial de reforzar el proyecto comunicacional. Para Industria Nacional, por ejemplo, realizaron un desfile/performance dentro de una fábrica textil parada para visibilizar la crisis del sector. El foco estuvo siempre puesto en lo colectivo porque en Protesta no hay lugar para el genio creativo: lo importante es la ropa y la ropa es el discurso.
En el escenario presente, las miradas se dirigen a aquellas marcas que, como Protesta, tienen algo para decir. Una reivindicación de la cultura popular latinoamericana, un proyecto colectivo, un canal para voces silenciadas: bienvenidos a la nueva moda.